miércoles, noviembre 14

Tentaciones

Ha salido a la venta el integral de los Metabarones, Alejandro Jodorowsky y Juan Giménez. ¿Hace falta contar más de este cómic que marcó un hito en la ciencia ficción? Siguiendo la estética Dune, la casta de los Metabarones narra, como su nombre indica, las vicisitudes de una familia de emperadores durante varias generaciones. Traiciones, incestos, mucha épica y grandes dosis de aventuras forman una de las mayores sagas cósmicas del comic. Vale casi 50 eurazos (para pensárselo), pero tanto estéticamente como argumentalmente es una de esas obras que merecen la pena.


En Bibliopolis se anuncia: Camino sin retorno, del polaco Sapkowski. Es decir, más Geralt de Ribia. Aunque me da la impresión de que ahora viene en forma de cuentos desperdigados. Parece que Luis no se decide a sacar La dama del lago, así que de momento calmaremos las ansias nilfgaardianas con este volumen.

Por cierto, entre las novedades de Timun Mas me han llegado dos pedazos de libros que llaman mucho la atención. Por un lado: Conan, la guía definitiva del mundo de Hiboria. A estas alturas poco queda ya por contar de la vida del cimmerio, pero el tomaco es llamativo y tiene unas ilustraciones cojonudas, además, reencontrarse con Roy Thomas siempre es un gustazo. Y como ha salido tirao de precio (es lo bueno de haber llevado una revista, las editoriales te mandan las novedades editoriales a casita) pues miel sobre hojuelas.

Y por fin le di la jubilación a mis Crónicas de las Dragonlance. Me las compré en Círculo de Lectores hace veintitantos años, así que imaginad cómo estaban las pobres. ¿Y por qué las he cambiado? Por el flamante volumen Crónicas de la Dragonlance (Edición numerada 20 aniversario), un pedazo de tocho que viene ilustrado y con anotaciones de Margareth Weiss y Tracy Hickman, como la versión comentada del director.


Y ya para acabar con la sesión de frikadas de hoy, rebuscando entre el Youtube para ambientar las tiras de Tajundra, he encontrado un video que a más de uno puede traumatizar, sobre todo si se encuentra en la franja de los treinta. Viendo esta abominación comencé a preguntarme si había llegado a la edad en que los dibujos animados ni fú ni fa. Luego, viendo otras series, comprendí que el mal no radicaba en mí, sino en las dantescas imágenes que surgían de la televisión cuando comenzaba a sonar esta canción:





Os recordamos que se ha abierto el blog de Tajundra la Moños:
¡¡Disfrútalo ya!!




By David Mateo with 4 comments

4 comentarios:

Mensaje para los niños de hoy en día: gracias a esta serie y a otros subproductos lamentables cómo las segundas partes de Dartacán y Willy Fogg, los programadores de televisión llegaron a la sesuda conclusión de que los dibujos animados no tenían cabida los sábados y domingo al mediodía en la Primera Cadena. Así mismo, los niños de mi generación comprendimos que de tres a tres y media se podía echar la siesta perfectamente.

Estos fueron claramente los precursores de otra joya de la animación nacional como fueron los fruitis... por el melón más que nada.
Yo, afortunadamente, soy más de la generación del Un globo, dos globos, tres globos, Sabadabada y La bola de cristal.

Nuestra generación también acabó con la programación de la hora de la merienda. ¿A qué cerebro desnutrido se le ocurriría hacer un programa por la tarde protagonizado por un alienígena xenomorfo? Veias a Yuppi y daba una grima del copón.
Es más, todo el mundo se acuerda de los secundarios de Barrio Sésamo y de Espinete, pero ¿quién salía en los mundos de Yuppi? Con razón duró un telediario.

Lo de los dibujitos animados no tiene perdon de Dios.

Las Crónicas de Dragonlance las tengo en Ed coleccionista desde hace unos tres años (Del Círculo también) pero la veo coo una buena compra frikera.

    • Popular
    • Categories
    • Archives