sábado, marzo 29

Mis diez pecados capitales

Diez actividades, personas o cosas que, ineludiblemente, me ponen a mil y me trasladan a un estado de éxtasis incontrolable.

1º Una cena en el Guano o una comida en Casa Juan. Pues sí, el arte del buen comer es una de mis debilidades, y por tanto, tengo mis lugares preferidos. El Guano, situado en la Vall d’Uixó (Castellón), es una bodega con una reserva excepcional de vino y una colección de delicatessen incomparables en toda la Comunidad Valenciana. Sus carnes melosas, sus ostras en salsa, sus ensaladas de setas varias, sus postres exóticos e inigualables… como restaurante no tiene igual. Casa Juan, en cambio, está situado en Puertomingalbo (Teruel) en plena sierra de Gúdar, muy cerca de Valdelinares. Para llegar a él tienes que perderte en carreteras comarcales que se alejan de cualquier vestigio de civilización. La fachada del bar lo hace pasar desapercibido con la arquitectura costumbrista del pueblo de Puertomingalbo, su vestíbulo no es más que un barezucho en el que el olor a jamón serrano se esparce por cada rincón de la sala, sin embargo, al fondo, entre tinieblas, hay una escalera que conduce al salón comedor. Si atraviesas esa escalera, compañero, prepárate para abordar el jardín de las delicias donde los pecados más lujuriosos de la olvidada Teruel te golpearán con frenesí implacable. Los entrantes corren a cargo de la casa: embutido de la Sierra de Gúdar, gambones, rebollones, sepia, jamón de Teruel… suficiente papeo para dejar satisfecho a un paladar fino. Pero la comida no ha hecho más que empezar: ¿sopa de carne o pescado? Un tazón a rebosar del más exquisito consomé para revitalizar los miembros entumecidos. Los más osados piden caldereta de pescado (eso sí, hay que pedirla con antelación), los sibaritas vamos a la carne… ¡¡y qué carne!! Los entrecots se salen del plato, las chuletas son grandes como liebres y ya no hablemos del chuletón. Les aseguro que no hay trono capaz de albergarlo. Llegar al postre con hambre es complicado, pero servidor procura dejarse un hueco para las delicias más dulces de Teruel.

Vale, me he pasado… como queda claro, este primer pecado capital me pierde.

2º George Martin. Me decía ayer Jose Miguel Vilar que Martin es una fiebre en Italia, que sus libros se encuentran en los mejores escaparates de Milán y que por eso comienza a caerle gordo (sí, más de lo que ya está el buen señor), pero es lo malo de convivir con un mito en vida. Todo lo eclipsa con su portentoso talento.

3º Los culebrones de médicos. Y eso que me lo he negado a mí mismo durante los últimos meses. ¿Cómo tú, todo un escritor cosmopolita, abierto a las nuevas tendencias literarias, acabas derramando la lagrimita tonta con el trasiego de los médicos que pueblan las series de televisión? Pues nada, al final me he doblegado ante lo inevitable, y tengo que anunciar al mundo que no puedo vivir sin el carácter hijoputesco de House, sin las pajas mentales de Anatomía de Grey y sin los dramones que se montan en Urgencias. El quirófano de un hospital tiene algo que me sensibiliza y del que acabo totalmente prendido (no en vano, los protas de mi novela de terror son estudiantes de medicina), así que temporada tras temporada sigo las andanzas de estos insignes doctores y enfermeros.

4º Manuela Velasco… pues sí, esta buena señora da toda la estampa de chica resultona y divertida. Además, ha estado en una casa llena de zombis. Si hubiera sobrevivido ya hubiera sido la leche.

5º Mónica Belucci. No existe mal sin bien, ni Yin sin Yang. Y mientras Manuela Velasco representa la juventud, Mónica Belucci reúne ese magnetismo seductor que sólo puede generar la madurez bien llevada. Si existe una contrapartida a agonizar clavado en la Cruz, debe ser la de morir en brazos de esta concubina de Afrodita.

6º Spiderman. Ditko es Dios y Stan Lee su pastor. Pese a Quesada y Extrañinsqui, las dos plagas que actualmente están azotando Marvel (bueno… una gracias a Dios ya ha pasado), Peter Parker está muy por encima de ellos. No lo dudéis: Quesadilla acabará siendo historia, Spiderman sobrevivirá.

7º La escena más épica jamás rodada en una pantalla de cine. La madre de todas las cargas de caballería. Dios mantenga a Peter Jackson en su Gloria por los siglos de los siglos.



Y si Peter Jackson rodó la carga más espectacular, el señor Ridley Scott se encargó de darle la vuelta a la Batalla de Cartago en la carnicería más burra jamás vista en el Coliseo Romano. Música y sangre a merced de la épica más avasalladora.



8º Poner FIN en un libro. Ya he dicho alguna vez que para mí, escribir un libro es una tarea ardua que me suele llevar todo un año. En ese trabajo constante, llegas a involucrarte con la historia a un nivel perceptivo tan intenso como el amor, la tristeza o el deseo. Los personajes son todo para ti. El argumento te embarga. Las escenas se vuelven vivas. No hay nada en este mundo como redactar el último párrafo de una novela, darle al INTRO y escribir: FIN. Es un éxtasis que sólo podrán experimentar aquellos que han gozado con el arduo esfuerzo de crear algo.

9º Recibir la caja de libros con tus ejemplares y abrirla para ver por primera vez a tu criatura. No sé como será tener un hijo, pero esto es comparable a un orgasmo tras una sesión de sexo desenfrenada.

10º Un GOL del Valencia en una final de copa o un triple del Pamesa en una competición europea. Es algo así como que el mundo te estalle en el corazón y grites a coro con diez mil almas. ¡¡Viva la adrenalina deportiva!!



Esta es la tontacha de mi sobrina Anabel, que aunque no es un pecado capital, me la quiero un montón.

By David Mateo with 12 comments

12 comentarios:

lo mejor lo mejor de todo, superando a Manuela Velasco y a la Bellucci, la foto con tu sobri.

Un saludo.

Esa se recorre todo internet menos el blog de su tío.

Debo decirte que estoy de acuerdo contigo en varias cosas, sobre todo con Monica Belluci, y las escenas épicas de la carga de los jinetes de Rohan, recuerdo que se me puso la carne de gallina la primera vez que la ví, y la lucha a muerte en Gladiador. Sobra decir que me chiflan las pelis de romanos.
Otra cosa que en verdad me emociona, al igual que tú, es finalizar un libro. Después de haberle dedicado varios meses de arduo trabajo, no hay nada como ver tu obra terminada.

Oye, que te has dejado el curry picante.

y la cerveza...

Estoy contigo en lo del Guano, si señor.

Arrggghhh... curry picante... eso sí que me pone a cien (y me hace pasar toda la noche en el WC).
Me han dicho que la Vall hay otro restaurante en las cuevas, pero que no es nada comparado con el Guano.

No tengo el gusto del Guano (Cifu, melón, eso se avisa, y lo probamos juntos) pero en lo de Casa Juan... Memorable.

Un saludín

Hombre... el Casa juan no lo conozco, pero el de Las grutas si que está bien, si.
Una cosa, en plan propaganda. Si te pasas por Burriana, hay uno llamado Morro en el puerto que tampoco te puedes perder (y si vas un finde, me pillas haciendo extras y todo)

Lo del Guano son palabras mayores, todavía me acuerdo de la carrillada aquella umhhhh.

David, tu sobrina te matará un día por esa foto XD..., eso o te tendrás que esconder como el Salman Rushdie... tú verás.

Yyyyy.... Amunt! Amunt Valènciaaaa!

Mi sobrina está en la edad en la que pasa de todo... incluso de su tío. Le mando mensajes de móvil y no responde. Claro, que a sus padres tampoco les responde.

Que es eso de que no me meto en la pagina de mi tio y que no le quiero?
pues claro que si,si eres el mejor tio del mundo mundial!!ahora que me voy a guadalajara te echare de menos tito =(

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