jueves, agosto 28

Chupasangres

Deseo que pase el verano por dos razones: el calor agobiante que asola Valencia durante veinticuatro horas y los mosquitos. Odio los mosquitos, y este año en la Malvarrosa hay una auténtica plaga. Supongo que al ayuntamiento, con tanta Fórmula 1, se le ha olvidado fumigar; eso o ha destinado el cien por cien de su presupuesto a la fumigación de cucarachas, porque de esas no se ve ni una por la calle. ¿Pero mosquitos? ¡A manta! Ha habido mañanas que he llegado a matar ocho o nueve en mi habitación y otros tantos por toda la casa (mientras escribo este texto veo uno revolotear a mi alrededor y el muy mamón no se detiene para poder esclafarlo).

El caso es que he probado con todo: Raid, pastillitas, los aparatos 24 horas… ¡¡y nada!! Que no hay manera. Los muy cabrones deben de tener un gen mutante en el organismo que les ayuda a sobrevivir al veneno. Imaginen el escozor de brazos y de pies con que uno se levanta por las mañanas después de que una banda de desaprensivos se haya dado el festín de las delicias con mi sangre durante toda la noche. Hay días que después de la escabechina pertinente (obviamente, me tomo la justicia por mi mano en cuanto abro la persiana y los descubro pegados a la pared) las losas de mi cuarto están tan llenas de sangre que parece que Charles Bronson se haya dado una vuelta por mi habitación con su recortada.

Y por supuesto no voy a incidir en la anécdota del molesto zumbido a medianoche, pero multiplicado por tres, o por cuatro, o por cinco… Al final se lo deben de jugar a suertes. Como la noche es tan larga (acabo de matar al primer mosquito de la mañana con una palmada) y la misión de este bicho es, esencialmente, la de dar por culo, lo tienen a huevo: se reúnen entre ellos, establecen turnos de trabajo y se van relevando a la hora de montar la charanga junto a mi oreja. Si fuera uno seguro que no haría tantas horas extras, pero en su superioridad numérica está la clave del éxito.

Pues nada, que acabe ya el verano, que venga el frío y se cierren las ventanas de una puñetera vez. Odio a los mosquitos. Los odio con todas mis fuerzas. Espero que el año que viene el Ayuntamiento no se olvide de fumigar, porque si no lo hace me veo adoptando un murciélago o un batallón de arañas para que protejan mi cama durante la madrugada.

By David Mateo with 10 comments

10 comentarios:

Ojito con el murciélago que te agencias a ver si será peor el remedio que la enfermedad. :)

Lo de los mosquitos se que es un peñazo que yo los he padecido muchos años cuando veraneaba en el campo,que parece que sean enviados del infierno jeje. Afortunadamente en mi zona de Valencia no ha habido nunca,que si no lo que faltaba.

Vale, paso del murciélago, me quedo con el batallón de arañas :D

¿Probaste con el limón pinchado con clavos (clavos especie, ojo)?

Lo he visto por ahí en el sur.

Aquí, a mil metros, tenemos ratones, topos, buitres y algún lobo... mosquitos no.

Anda, pues no, probaré, a ver si los espanto.
Te cambio media docena de mosquitos por cuatro lobos y dos buitres. Dormiré más seguro.

Hay unos aparatitos muy fáciles de conseguir contra los mosquitos. En Carrefour o Mediamarkt, por ejemplo. Incluso en farmacias.

Es como un pendrive, funciona con una pila y emite un zumbido apenas inaudible para nosotros.

Ese zumbido es el mismo que el del mosquito macho, y ahora lo explico:
El mosquito impertinente que te pica son las mosquitas hembras embarazadas. Con lo cual, al oir al macho, huyen despavoridas.

Eficacia probada 100% ;)

Jo-der... ahora si que me has dejado pasmado. No sabía de tus grandes conocimientos sobre los mosquitos. Mañana buscaré en el Carrefur, a ver si encuentro el aparatito de los zumbidos y funciona mejor que las pastillas.

Hombre, yo sabía hace tiempo que las que te joden son las hembras, todo lo demás lo descubrí a principios de verano cuando me presentaron el cacharrito... Que de paso me dijeron que eso era más viejo que la rueda, cosa extraña porque algo que funciona tan bien y lo sabe relativamente muy poca gente.

El sábado te contaré porque mañana mismo me voy a buscar el aparatito.

Pues en mis tiempos de veraneo campestre, teníamos allí unos mosquitos transgenicos diseñados como armas biológicas que se reían de las cremas que me echaba,de un insecticida que no se como no la palme yo, de las pastillas y del cacharrito vibrador que trajo una visita a una cena, lo probamos y nos picaron igual los c..........nes jajaja

    • Popular
    • Categories
    • Archives