lunes, diciembre 1

El bajón y su solución

Debo admitirlo, estoy de bajón. Las cosas no salen como deberían salir. Llevo varios días comiéndome mucho la cabeza y lo cierto es que siento como me estoy metiendo en un túnel muy profundo, en un túnel sin salida, cada vez más oscuro y desolador. Me ahogo. Me asfixio con la gente. Últimamente no puedo quitarme de encima la sensación de que el resto del mundo se ha convertido en un ente que me ignora y que me abruma con su indiferencia. No sé cuánto aguantaré esta situación. Si alguien o algo no le pone freno, comenzará mi debacle como ser humano y como ser sensitivo.

¿Problemas con la autoestima?
¡¡No se preocupe, porque nuestros humanoides sensibles empatizarán con su córtex cerebral y le sacarán de la profunda depresión en la que esta cayendo!!

Los robots sensibles de la Escuela de Ciencia Computarizada de la Universidad de Hertfordshire están diseñados para aproximarse a la persona traumatizada y consolarla. Según la doctora Lola Canamero estos seres han sido diseñados para reproducir el comportamiento del cerebro de algunos pájaros y mamíferos, que al nacer presentan una inclinación afectiva especial hacia lo primero que ven, normalmente, la madre.
Además, el robot sensitivo sabe cuando la persona necesita ser consolada, recibir unos arrumacos y unos besitos, y cuando debe dejar sola a la paciente porque se está agobiando demasiado. A continuación pasamos a reproducir una conversación entre robot y paciente.


Robot: Hola cariño, ¿qué tal estás hoy?
Paciente: Ya ves… muy mal. Los niños, el trabajo… y encima tengo la sensación de que John no me quiere.
Robot: Ese hijo puta… no le hagas caso. Es un cerdo intolerante.
Paciente: Pero es que en el fondo creo que tiene razón.
Robot: ¿Razón? ¿Razón? Aquí la única que tiene razón eres tú.
Paciente: ¿Tu crees?
Robot: Por supuesto que sí. Eres una persona íntegra, afectiva, interesante. Además, estoy seguro de que John se va de putas.
Paciente: ¿El qué?
Robot: Que se va de putas.
Paciente: Imposible. John siempre me ha sido fiel.
Robot: Ah, ah, ah, ah, eso es lo que tú te crees. Yo lo he visto más de una vez salir del trabajo e irse al Romaní.
Paciente: Mentira.
Robot: Si quieres te saco un bioescánner y lo compruebas tú misma.
Paciente: A ver… a ver… Pero será cabronazo.
Robot: Ya era hora de que abrieras los ojos. Te lleva poniendo los cuernos desde hace años.
Paciente: Joder… pues se va a enterar. Esta noche le pido el divorcio.
Robot: Eso… y al jefe lo mandas a tomar por culo.
Paciente: Claro que sí.
Robot: Y a los niños los mandas con tu prima la de Francia.
Paciente: Eso es lo que voy a hacer.
Robot: ¿Ya te sientes mejor?
Paciente: Sí, mucho mejor. Me has abierto los ojos como nadie me los ha abierto hasta ahora. Eres el mejor amigo que he tenido nunca.
Robot: Esa es mi faena. Ser sensitivo.

Pues sí, esa es la faena del robot sensitivo: percibir y responder a los cambios de humor de las personas. El psicólogo en casa. Una nueva forma de sentir el mundo.
Y de ser conquistados por la Mente Maestra.


By David Mateo with 6 comments

6 comentarios:

Uf! Qué horror. Yo que ni siquiera me tomo una aspirina cuando me duele la cabeza.
JM

Mi autoestima sólo se anima con las palbras cariñosas de los amigos y la familia.

¡Robots a mí! Bah!

Vosotros dos sobreviviréis al apocalípsis robótico.

Dale la razón en todo a cualquier ser humano y tendrás un psicópata en potencia. :)

La fase psicológica de la ofensiva de las máquinas parece haber comenzado. Su meta es hacer creer a los humanos que lo necesitan con ahínco para conservar su salud menta.
David, creo que es el momento para iniciar la búsqueda de una fortaleza en las montañas, donde está influencia nociva se pueda mantener a raya.

Pues ojito que me pasaron fotos comprometidas en las que se veía claramente que la conspiración había llegado hasta altas esferas políticas. Lo que pasa es que todavía no he tenido tiempo de sentarme y preparlas.
La situación es más peliaguda de lo que todo el mundo cree.

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