viernes, diciembre 12

Nuevo ciclo, nuevas caras y nuevas esperanzas.

Se aproxima el final del primer ciclo del taller de literatura fantástica en el cole de Moncofa y me entra una sensación sensiblera de esas que tienen difícil explicación. Y es que este primer trimestre he conectado muy bien con los nanos del taller, sobre todo con los dos grupos de cuarto, con los que llevo trabajando dos años. Ahora toca despedirme de ellos hasta el año que viene. ¿Y qué queréis que os diga? Después de haber superado con éxito el proceso cíclico de conquista de la clase: regañinas, castigo, respeto y, finalmente, colegueo, uno comienza a disfrutar como un panfilote de los chismorreos y de los cotilleos de los chavales (las niñas ya me dan hasta piñones del monte).

Este trimestre tengo la sensación de haber conectado hasta con los más mamoncetes (nótese que el adjetivo no ha sido excesivamente violento para no herir susceptibilidades… pero podría haberlo sido). Ayer hicimos un ensayo general del futuro concurso de cuentos que hacemos con los mayores, y muchos de ellos, teniendo la obligación de rellenar en media hora una cara de un folio, rellenaron hojas y hojas. No es que sean Shakespeares en potencia, pero mostraron voluntad. Hubo una, Yushara, que comenzó escribiendo un folio entre llantinas y quejas, salió la primera a exponer su trabajo, y luego se le metió en la cabeza que tenía que hacer una segunda parte del cuento. Hay veces que este tipo de actitudes son dignas de pasar por el diván de un psicoanalista.

Lo que más mola de la clase es cuando pones esa sonrisa cabronceta (porque sabes que van a hacer algo que en un principio no les mola en absoluto) y alguien te pregunta con miedo: ¿Hoy vamos a jugar?. Obviamente, el juego me lo guardo para la última clase, así que les digo que en esta clase hay que currar, que toca escribir un cuento que ocupe toda la cara de un folio, que tienen que usar mucho la imaginación, que van a tener que esforzarse…







¿¿¿Qué les he dicho???

¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Delirio colectivo. El armagedón. ¡Escribir un cuento! ¡De un foliooooooooooo! Inhumano. Bárbaro. Verdugo. ¡Cómo oso imponerles tal cosa! ¡Cómo tengo la desfachatez de exigirles que escriban un relato en el taller de narrativa! Ni Torquemada les hacía pasar por tales penurias a sus víctimas en las húmedas mazmorras de Castilla y Aragón.

En fín, que una vez que logré volver a coger las riendas de la clase, el tema elegido para hacer la lluvia de ideas fue la ciencia ficción. En la primera ronda salieron conceptos tan ciferos como Harry Potter, ogro, varita mágica y caballo con alas. Posteriormente, tras explicarles por decimosexta vez que ciencia ficción no era Harry Potter sino La Guerra de las Galaxias (lo siento, Juanmi, no hubo otra manera) la cosa se arregló un poco cuando uno dijo «fin del mundo» y otro le replicó que eso era el Apocalipsis, que era cuando los muertos se levantaban de sus tumbas. Prometedora corrección. A alguien se le ocurrió decir coche volador y, a partir de ahí, todo fueron mujeres voladoras, tazas voladoras y lápices voladores.

En fin, que fue una penúltima clase muy divertida, en la que más de uno se llevó un buen chasco cuando les recordé que ya sólo nos quedaba una sesión más y que después ya no nos veríamos hasta el año siguiente (y debo admitir que yo también lo dije con un pequeño nudo en la garganta). Ahora son los de quinto y sexto los que me abordan en los pasillos para preguntarme cuándo iré con ellos. Me resulta curiosa esa insistencia porque cuando llevas tres o cuatro clases metiéndoles caña, éstos son los que te dicen pesado a la cara y con los que más leches me doy. Pero bueno… nuevo ciclo, nuevas caras y nuevas esperanzas. Supongo que al final del segundo ciclo del taller estaré más triste porque habré empatizado con los de sexto y a éstos sí que no los volveré a ver más. Me pasó el año pasado con los chicos de la promoción del 2007-2008, y me pasará con esta nueva añada. Al menos a algunos de ellos sigo viéndolos en el permanente y cuando hacen visitas ocasionales a su antiguo colegio.

Lo mejor de todo… que la semana que viene cojo vacaciones. ¡¡¡¡¡BIENNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNNN!!!!!










¡¡¡Os recordamos que hoy toca actualización de Tajundra!!!

By David Mateo with No comments

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