jueves, febrero 19

El boca a oreja

Hace unas semanas, Maruja Torres se hizo con el Premio Nadal gracias a la novela: Esperadme en el cielo. En declaraciones a televisión, la buena mujer dijo que estaba segurísima de que la novela se vendería sola gracias al boca a oreja.
Bien, ¿cuántas veces hemos oído este tipo de expresión reflejado en una novela de género de un autor español? «Tu novela es buenísima, tío. Ya verás, va a pasar como «La sombra del viento», va a vender un montón gracias al boca a boca.» Mentira. Cualquier novela que no venga acompañada de una buena tirada y una distribución ejemplar, está inevitablemente destinada al ostracismo. Las pequeñas editoriales de género no están capacitadas para apoyar una campaña del boca a oreja. ¿Por qué? Porque sus libros se pierden en las estanterías y acaban desapareciendo.
Montones de lectores me han enviado emails quejándose de que su amigo del alma les ha recomendado «Perversa» o «Nicho de reyes» o «El susurro del bosque» y no los han encontrado en sus librerías. Es más, lo han pedido a diversas distribuidoras y no han sido capaces de traérselos.
El boca a oreja de Maruja Torres sólo sirve cuándo recomiendas un libro del que hay una pila enorme en la Fnac o en Casa del Libro, en caso contrario el interés del lector por conseguir un ejemplar se acaba extinguiendo. Estamos ante un mito que el autor advenedizo que firma con una pequeña editorial tendría que quitarse de la cabeza si a la larga no quiere sufrir una gran desilusión.
¿Sabéis cual es el único libro de género de un autor español que realmente funcionó y catapultó a la fama a su creador gracias al boca a oreja? «La espada de fuego» de Javier Negrete, y detrás estaba Minotauro trabajándose el libro como unos campeones y abasteciendo las demandas de las distribuidoras. Y no estamos hablando de un libro que haya vendido cincuenta mil ejemplares, pero sí que lleva un buen recorrido de mercado y podría decirse que el boca a boca ha funcionado en este caso.
La única recomendación que le puedo dar a un autor que saca su primer libro con una editorial modesta es que no se deje arrastrar por cantos de sirenas. Que la euforia no consigue imposibles y que el mercado está montado de tal forma que unos libros son carne de cañón y otros son lanzados para obtener un largo recorrido. Y si te toca ser carne de cañón y eres un autor primerizo, tampoco debe de importarte demasiado esta circunstancia, pues al fin y al cabo la euforia de publicar tu primera, segunda o tercera novela debe de ser tan grande que pueda con todo lo demás. Y si eres un autor como Maruja Torres y dices aquello de que mi novela va a vender bien gracias al boca a oreja significa que eres gato (o gata) viejo y ya te sabes muy bien como funciona todo este tinglado.

By David Mateo with 14 comments

14 comentarios:

La verdad es que no suele ser la norma, pero el boca a oreja existe. Quizá más en no-ficción que en ficción, pero casos como el de la Pell Freda, o incluso Harry Potter, existen. Ahora, decir que el Nadal de Maruja Torres se va a vender por el boca-oreja es para echarse unas risas.

Existe un segundo mito relacionado con el boca oreja que tampoco sé si es cierto, según el cual los LIBREROS juegan un papel decisivo en el éxito de esos long-sellers, cuando el libro les gusta a ellos por las razones que sean. Creo que fue el caso de La sombra del viento y la Piel fría.
Pero eso supone tanto como que los compradores todavía se dejan orientar por el consejo de los libreros expertos, como en las librerías de antaño.
Puede que sea un fenómeno exclusivamente barcelonés.

Además está el factor Internet. Nada desdeñable.

Es verdad lo que comentas. Ese "boca a boca" puede existir, pero funciona cuando llegas a la planta de libros de tal o cual gran almacén, ves una pila enorme de la obra en cuestión y piensas: "Mira, éste es el que me recomendó mi amigo". Efectivamente ha sido el "boca a boca", pero si la editorial no estuviera apostando fuerte por el libro y poniéndotelo por delante como la muleta a un Miura, las ventas serían muuuuuucho menores.

No estoy de acuerdo, el boca a oreja provoca una segunda edición con la editorial apostando fuerte sobre algo que, por sorpresa, está funcionando.

Esa es la clave, que la editorial sea capaz de reaccionar. Para que les salgan las cuentas tienen que ser flexibles obligatoriamente, porque nadie sabe qué libro va a pegar más fuerte. Por ejemplo, a 451 han tenido que reaccionar ante el éxito (modesto) de Operación Masacre y ante otros fracasos que no esperaban (espero que no cuenten el mio entre ellos, glups).

Osea, que 1º el libro tiene que ESTAR en las librerías, pero 2º las editoriales deben tener buenos reflejos.

Si tu libro no ha funcionado, Ismael, es porque la editorial no han sabido moverlo debidamente. Porque el libro es bueno de cojones, y esa evaluación le corresponde hacerla al lector.
El autor tiene unos límites promocionales, internet uno de ellos, pero poco más. Es la editorial la que debe dar el empellón si realmente le interesa promocionar al autor debidamente.

--Osea, que 1º el libro tiene que ESTAR en las librerías, pero 2º las editoriales deben tener buenos reflejos.--

Y que las distribuidoras distribuyan (algo inusual en estos tiempos) y el gran almacén se tome la molestia de reponer, porque hay veces que la tienda vende el libro como si fueran rosquillas e, inexplicablemente, no reponen.

Pues tienes razón. En el Crisol de mi barrio, por ejemplo, han vendido los cinco o seis ejemplares que tenían de mi libro. Y no lo han repuesto.
¿De quién es culpa? No sé.

Pues yo creo que lo que dice David es verdad de la buena. Y un magnífico consejo: mantener los pies en el suelo. Que sí, que un 0,01% de los grandes éxitos tal vez no responda al esquema pila en la FNAC, puede. Lo que sé es que las pequeñas editoriales tienen dos huecos. Uno, el especializado el “no-mainstream”, otro, hacer cantera de autores. Ni uno ni otro generan a medio plazo capacidad al autor para vivir de eso, sí tienen otras contraprestaciones, algunas interesantes profesionalmente, pero las más puras gratificaciones del ego (que parece una tontada pero es muy importante en esta vida). Yo creo que profesionalmente cada publicación de un libro es un hito –y vaya hito- que te ayuda a mejorar y te pone en la pista de la buena onda el día que pase (y si no pasa, ¡qué rayos! al menos lo habrás intentado y habrás aprendido –y reído- un montón en el camino).

Claro, es que si el libro no está en las librerías no hay nada que hacer. Eso es de perogrullo. (y sí, señores, esa es mi palabra del día)

Jo, cuando he leído la entrada de David Mateo se me han ocurrido un montón de comentarios, pero al ir a escribirlos, he visto que otros chicos más rápidos y más listos, ya habían aportado lo que yo pensaba decir.

Resumiendo: El boca a boca, solo funciona cuando la distribuidora cumple su cometido (a priori) y la editorial reacciona a tiempo (a posteriori).

Personalmente no creo en el boca a boca. Hay tantos obstáculos en el camino que pienso que rara vez se pueden dar las circunstancias propicias en los ámbitos en los que nos movemos.

El último comentario es mío, pero Blogger siempre se los aplica a mi mujer... (Supongo que serán las cookies de gmail)

David Jasso

Y yo que pensaba que ya tenía a la familia Jasso al completo.
Un abrazo, amigo.

Creo que fue León quien me lo comentó por primera vez, y luego he comprobado que es una especie de regla de oro para los que se dedican a estudiar estas cosas:

Por debajo de los 10.000 ejemplares el boca-oreja, simplemente, no sirve de nada.

Por supuesto esta regla no se cumple del todo dentro de una comunidad cerrada como es el fandom, donde hay (o había) un interés activo de los lectores por las novedades. Pero esta misma ventaja se convierte en su mayor inconveniente, al ser el fandom un círculo cerrado tiene un techo de ventas muy bajo.

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