viernes, mayo 29

Casi dos meses...

Casi dos meses es lo que llevo sin escribir, sin contar las historietas que siempre os dejo en este blog. Y no es porque me encuentre desmotivado o no tenga proyectos encima de la mesa… ¡¡ni mucho menos!! Pero uno, viendo la crisis que hay a su alrededor, se sensibiliza y coge todo el trabajo relacionado con talleres que pasa por sus manos. Durante este curso escolar he abordado un sin fin de proyectos: colegio público de Moncofa, el permanente de Moncofa, el colegio de Xilxes, la biblioteca pública de la Vall y los trece colegios que hay en esta población y, para redondear la faena, la Feria del Libro de Moncofa. Vamos, que ha sido un ritmo agotador.
¿Y ahora qué?
Pues lo voy a decir muy claro: ¡¡¡estoy de vacaciones!!!

Chincha, rabiña, que tengo una piña con muchos piñones y tú no los comes.
Chincha, rabiña, que tengo una piña con muchos piñones y tú no los comes. Chincha, rabiña, que tengo una piña con muchos piñones y tú no los comes. Chincha, rabiña, que tengo una piña con muchos piñones y tú no los comes.

Pues sí, de vacaciones hasta que comience el curso escolar y los talleres se reactiven. Es decir, cuatro mesecitos de tranquilidad para preparar proyectos para el año que viene (que hay unos cuantos… os lo aseguro) y, sobre todo, escribir. ¿Escribir el qué? Mucha novela juvenil que me ha pedido varias editoriales. Por un lado una antología relacionada con colmillos, por otro lado aquella historia de los niños verdes de Banjos que tengo que remata (o más que rematar, alzar los cimientos, poner las columnas y encofrar el techo… porque no he hecho nada) y luego hay algo relacionado con «Giovannina está contigo» que todavía es muy pronto para contarlo y que tiene que ver con un proyecto juvenil muy interesante. Y hasta ahí puedo leer.
En fín, que a lo largo de todo este tiempo, por gansear y dedicarme plenamente a los talleres, la faena se me ha amontonado en el escritorio y, como siempre, me va a tocar escribir bajo temperaturas incandescentes. ¿Alguna vez he dicho que odio escribir en verano? Lo odio. Lo odio con todas mis fuerzas. Pero qué se le va a hacer.
Ale, os dejo con algo de musiquita, que me voy a currar un ratillo. El domingo nos vemos en la feria del libro de Onda, quien pueda venir, a eso de las 18 horas.




By David Mateo with 7 comments

7 comentarios:

Pues nada: a descansar de lo lindo. O en su defecto a escribir bajo un calor insufrible. ;-)

Y lo peor es que este verano pinta muy muy muy caluroso :(

Lo de los niños de Banjos, amigo David, es una interesante leyenda urbana (o rural, más bien)que nació, dicen, en el Reino Unido, cuando todavía no estaba Unido. Muy interesante, y con muchos matices.
Espero que ese relato se escriba pronto, porque será interesante ver como ha perdudrado hasta nuestros días y cómo se ha modificado con el tiempo. Te aconsejo el Monográfico de Jesús Callejo y Carlos Canales, en la Rosa de los Vientos, donde hablaron de ello.
Y lo que no es una leyenda urbana, es que Ricky López es un Genio. Con G mayúscula.
Un saludín

Hombre, pues si tienes ese monográfico, podrías currártelo y pasármelo el domingo.

Efectivamente, ¿hay algo peor que no escribir? Pues escribir en verano. El teclado se pringa, se te irritan los muslos, no hay manera de concentrarse, el aire acondicionado no acondiciona nada. Si escribes por la tarde todos se van a la piscina menos tú, y si es por la noche todos están de terrazas y cerveza helada mientras uno curra bajo el flexo y se lo comen los mosquitos. Args, el verano castigo divino!
Bueno, un saludo y suerte con tanto sudoroso trabajo, ja.

Seguro que se te ocurren ideas para sobrellevar el calor que se avecina. Que lo paséis bien en Onda... Lo cierto es que me corroe la envidia...¡Ditas comuniones!

No te quejes, que la del sábado pasado además de sufrirla, la sufrague.
David, dalo por hecho.
Un saludin

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