viernes, julio 3

Marvel cada vez más desquiciada

Perdón, Marvel no lo está, es Quesada el que cada vez anda más desquiciado por los pasillos de la Casa de las Ideas. Su última víctima es Extrañinsqui con el que es de suponer ya tuvo sus más y sus menos en la cabecera de Spiderman (ya sabéis todo el rollo de los hijos de Norman y Gwen y la patética resolución del One more day). Se ve que Extrañinsqui, en esos tiempos, leía bastante este blog y le llegaron las críticas que le hicimos de poner su nombre en una de esas cabeceras retocadas por el patético Quesadilla. Así que esta vez no va a poner su culo al servicio de Joe y se pira de Thor antes de que el editor jefe monte su particular show ante el inminente estreno de la película del dios asgardiano. Porque seamos francos, Quesadilla sólo se preocupa de los tebeos que pronto van a ser versioneados en el cine, ya que ahí está la pasta y el cerdo siempre tira al cieno.
También debe de haber dado la orden al bueno de Brubaker para que nos traiga de vuelta al Capitán América original (estamos a meses vista de la película de Steve Rogers y el todavía editor jefe de Marvel no se puede permitir el lujo de tener un cómic, por muy bueno que sea, en el que los espectadores no identifiquen a su protagonista con el de la película), así que se saca de la manga un «Reborn» y todos tan contentos.
Ahora vamos con esa serie tan innovadora, tan rompedora, tan maravillosamente original que es Spiderman Niu Bran Dei, en donde Quesadilla sigue haciendo de las suyas junto a la cuchipanda, ¿qué maravillosa historia nos espera a partir del 600?


¡¡Ahí estamos!! La cuchipanda, cuando es incapaz de sacar más pomada a los Osborn, se dedica a coger los mejores momentos de Amazing Spiderman y versionearlos para los nuevos lectores. Es decir, más nueva Gata Negra, más nuevos celos de Mary Jane, más nuevos desencuentros, más nuevos desentendidos, más nuevos blablablá blablablá blablablá… hasta que se anuncie Spiderman 4 y si en la gran pantalla Reimi hace que Peter y MJ se casen, Quesadilla se bajará las bragas, se dibujará a sí mismo en el comic especial de la reboda de los eternamente enamorados y esa noche pillará una cogorza de aupa por los ingresos que entren en su cuenta corriente gracias a los incautos que se compren el especial (y ojito, que lo mismo vuelve a meter a Obama en el convite).
¡¡Pero no se vayan todavía, que aún hay más!!
Muchos aseguran que hoy en día, todos estos megaeventos que están teniendo lugar en las colecciones Marvel son la caña de Picaña. Yo piqué con Civil War, comprándome la serie troncal y los doscientos crossovers que salían paralelamente. Al final, Civil War te contaba las neuras de dos bandos que se resistían a registrarse (algo que en su día ya se hizo con los mutantes) y que acababan dándose de hostias. La idea era original… al fin y al cabo estamos en la Casa de las Ideas, ¿no?
Ahora a Bendis se le ocurre montar la Invasión secreta. No voy a negar que Bendis tenga buenas ideas, habría que ser muy osado para decir lo contrario, y lo hace muy bien a la hora de enmascarar esas ideas en las trescientas mil colecciones que lleva. Así hemos visto como la Invasión Secreta se ha fraguado por las distintas colecciones de Marvel relacionadas con los Vengadores. Pero cuando llega la hora de la verdad, cuando toca dar el Do de pecho y escribir un buen argumento, Bendis se desinfla.
Invasión Secreta arranca muy bien. Con los Skrulls infiltrados aquí y allá, tomando los controles de los medios de comunicación, aislando a los principales superhéroes de la Tierra… pero después del segundo número, Invasión Secreta se convierte en un chorreo de hostias consecutivas y cualquier indicio de trama se difumina de la historia. Es más, el guionista es incapaz de aprovechar los momentos de máximo dramatismo en los que irrumpen los personajes ocultos (como el grupo de Thor y el nuevo Capitán América) y convierte la historia en una guerra de guerrillas completamente descafeinada.
Y, por supuesto, lo que no voy a hacer esta vez es comprarme las cincuenta mil colecciones paralelas de Invasión Secreta, que con Civil War ya escarmenté.
Pero si todo esto no fuera poco, en el número de Invasión Secreta de Spiderman Niu Bran Deis (glorioso número, por cierto), en la última página aparece Peter Parker y casca a todos los lectores qué bando gana en la Invasión Secreta. Marcianos a tomar por culo. Ole, ole y ole.
Todos sabemos que la Marvel, en los USA, ya tiene montado el tinglado en el que Norman Osborn anda dirigiendo a los Vengadores. Bendis la ha vuelto a montar, pero tiene una fecha límite para desmontar todo este tinglado: el estreno de la nueva película de los Vengadores. Hasta ese momento el capo Quesadilla le permitirá seguir jugando con los personajes a sus anchas. En cuanto Quesadilla huela los billetes de los espectadores de cine, sacará sus tijeras, le cortará las riendas a Bendis y se pondrá él a dirigir el cotarro. Así de nefasto es el director jefe de Marvel. Esperemos que las cuentas comiencen a fallar, que los ingresos de cine mengüen, que la caja fuerte de la Casa de las Ideas se llene con unas cuantas telarañas, y el nefasto Quesadilla salga por la ventana de una patada en el culo. Quizás, entonces, Marvel tendrá una oportunidad de salvarse.

By David Mateo with 2 comments

2 comentarios:

Parece que no te acaban de convencer los comics que se publican en Marvel.

Nooo, que bah, en absoluto.

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