lunes, septiembre 14

Distrito 9


Vamos con la película controvertida de la semana: Distrito 9, una de esas historias enfocadas en varios niveles que te hacen reflexionar mucho.
Distrito 9 nos habla del Apartheid de Sudáfrica, de la violencia injustificada, de la segregación racial y de la violación de los derechos humanos. Es un retrato descarnado de una sociedad cada vez más globalizada que pierde sus instintos morales. Yo todavía recuerdo los problemas que tuvimos en mi barrio, la Malvarrosa, cuando tenía trece o catorce años; en él existía un gueto de gitanos en donde se mezclaba todo: racismo, violencia y delincuencia, y lo cierto es que ese inestable cóctel provocó que al final las relaciones con los vecinos se volvieran cada vez más tensas y estallaran en las trágicas circunstancias que pudimos ver por la mayoría de los canales de televisión: manifestaciones, cargas policiales, detenciones… en fin, violencia.
Mientras veía Distrito 9, en cierta forma, recordaba aquellos días de mi adolescencia. Sin entrar en el meollo de la película, vamos a hablar del argumento inicial: una nave extraterrestre que se posa sobre Johannesburgo y deposita sobre la Tierra toda una población de criaturas cucarachoides que se han visto obligadas a exiliarse de su planeta. Las autoridades deciden crear entonces el Distrito 9, un gueto alienígena aislado de la ciudad. Pero veinte años después, las costumbres de los nuevos inquilinos de la Tierra confrontan con los instintos raciales de los humanos y provocan todo tipo de situaciones vandálicas. Además, donde se establece la miseria también afloran las semillas más podridas de nuestra sociedad: venta de armas, prostitución, extorsión, etc etc…
Como he dicho antes, mientras veía el Distrito 9 recordaba aquellos tiempos en los que la Malvarrosa no era conocida precisamente por sus excelentes playas o por estar muy próxima al recinto de la Fórmula 1, si no que venían a mi cabeza las noches en los que los vecinos hacían rondas de vigilancia para detener a los yonquis que llegaban a las Casitas Rosas en busca de su chute, los altercados entre gitanos y payos, las cargas de los policías contra los manifestantes… es decir, todos los incidentes que convirtieron a la Malvarrosa en un polvorín. Pues más o menos eso es lo que refleja la película de Neil Blomkamp: un conflicto interracial que se vuelve insostenible, hasta el punto que las mismas autoridades que decidieron crear un gueto proponen trasladar a los cucarachoides a una campo de concentración donde mantenerlos aislados.
Justo en ese punto arranca la verdadera película. La Multi National United (MNU), empresa dedicada a la comercialización de armamento, es la encargada de llevar a cabo el traslado, para ello se confía en Wikus Van De Merwe, yerno del capo de la MNU; un tipo bastante torpe con hambre de fama. Creo sinceramente que lo mejor de la película es el principio, cuando a través de los ojos de Van De Merwe se ven los primeros pasos del desahucio. La situación se nos presente en forma de documental, salpicado de testimonios de la gente que rodea al protagonista y que nos hablan de un destino sedicionista del propio Wikus. Más adelante iremos viendo como tal sedición no existe y que la imagen pública que se transmite desde los medios de comunicación, una vez más, nada tiene que ver con la angustiosa realidad.
Sea como sea, aunque la historia de Van de Merwe es interesante, lo mejor ocurre en el gueto y en el tratamiento que Neil Blomkamp hace de este Apertheid tan especial. Tal como sucedió en Sudáfrica, vemos como las bandas de delincuencia se han establecido entre los alienígenas y que los nigerianos hacen su agosto vendiendo comida y armas entre una población cada vez más diezmada por las circunstancias. Incluso la prostitución ha llegado al Distrito 9 y, con ella, todo tipo de creencias y rituales. El documental que Wilkus va grabando durante su primera visita al gueto es impresionante, pues en él se capta con precisión la miseria en la que viven sumidos los cucarachoides debido a la diferencia de costumbres que los separan de la raza humana. En algunos instantes, las relaciones entre humanos y alienígenas son tan dispares que se desatan situaciones disparatadas.


En lo referente al CGI de la peli, Weta hace un buen trabajo, tanto en las escenas de acción donde intervienen los mercenarios de la MNU, como en toda la tecnología alienígena, como en los bichejos de marras. Quizás, en los primeros planos de los cucarachoides la cosa cante un poquito más, pero dadas las circunstancias, tampoco nos podemos quejar.
No obstante, la película a mí se me hizo un pelín larga y dejó de interesarme tanto a partir del ‘golpe terrorista’… y dejo ahí el tema para no dar más pistas a la gente que todavía no haya visto la película. A partir de ese momento, la acción prima sobre la historia y de alguna manera eclipsa todo lo bueno que Neil Blomkamp había relatado al principio. Creo que Distrito 9 exuda demasiada adrenalina a partir de ese momento, como si Blomkamp se hubiera quedado sin historia que contar y lo compense todo a base de tiros, armamento supersofisticado y robots cada vez más bizarros. Se olvida del buen ritmo que había impreso en la película y todo cuanto ocurre a continuación nos lo hace digerir con grandes dosis de acción. Las situaciones se repiten (Wikus pasa de manos de los nigerianos a las de los mercenarios de la MNU y luego otra vez a los nigerianos y luego otra vez a la MNU) y la relación empática entre el propio Wikus y los cucarachoides queda poco fortalecida, hasta el punto que las decisiones y las emociones de los personajes se me antojan un pelín forzadas.
Sea como sea, la extensión de las películas, hoy en día, es un mal endémico. Las pelis tienen que durar dos horas per se. Y si no llegan a esa extensión hay que rellenarlas. Yo creo que Distrito 9 no necesita esas dos horas y si Blomkamp se hubiera conformado con horita y media u horita y tres cuartos, habría obtenido un producto más redondo.
Tampoco creo que Distrito 9 vaya a recaudar lo mismo que en USA. Fui a verla el domingo por la tarde, en una sesión que teóricamente debería haber arrastrado al público en masa a la sala, y por lo que pude captar, la peña se decantó más por un San Valentín Sangriento, enésima adaptación de la requeteversionada Viernes 13. Y las pocas parejitas o adolescentes que se dejaron caer por allí se levantaron bufando y malmurmurando contra la historia. Supongo que en los tiempos que corren difícilmente puedes estrenar una película de ciencia ficción que no sea Independence Day. Además, hay que tener en cuenta que el señor Blomkamp no se corta un pelo a la hora de exhibir imágenes violentas o truculentas en la pantalla, y eso a mucha gente le va a echar para atrás.
Pese a todo, Distrito 9 es una pequeña joyita imprescindible en el género de ciencia ficción. Tiene momentos muy atractivos —como el mencionado desahucio de alienígenas— y las peripecias que sufren Wikus Van De Merwe y la ‘gente’ que lo rodea también engrandecen esta opera prima de Blomkamp. No seré tan osado como para decir que es la mejor película del año, pero sí que es de obligado visionado.

By David Mateo with 8 comments

8 comentarios:

Te has adelantado, jo...
Me estaba construyendo una entrada de esas de "la ciencia-ficción ayuda a entender nuestra realidad" o "ya era hora de superar las batallas de marcianitos"
En fin, que la gente que pasea por los blogs lea la tuya que es mucho mejor que lo que yo pretendía. Gracias maestro.

Eso no quita para que la hagas tú también, pues la gente que amamos un poquito la cifi tenemos la responsabilidad de pregonar todo lo bueno que aporta este género. Y como bien dices, creo que esta película es un tamiz extraordinario y fabuloso para filtrar una parte de nuestra historia negra y de nuestra sociedad 'maldita'. Yo creo que el director, en ese sentido, lo ha hecho endemoniadamente bien.
Lo que más miedo me da es que la película fracase, pues significaría que la cifi tiene serios problemas de superviviencia incluso en el cine y que los chavales pasan de ir a ver pelis de alienígenas.
A mí todavía me parece sorprendente que la gente que tiene entre 15 y veintitantos años prefieran ir a ver una película como San Valentín sangriento a una peli de extraterrestres. Creo que en mis tiempos no habría habido color.
Pero claro, antaño los efectos especiales provocaban nuestro regocijo y nuestra sorpresa. Y precisamente hoy en día, los espectadores sufren sobredosis de efectos especiales y ya no se sienten tan impactados porque la mayoría de los argumentos que acompañan a esas películas son malísimos... cosa que no ocurre en Distrito 9.
Por cierto, Jorge, mañana al loro porque voy a hablar de una de las mejores series de cifi que he visto en los últimos años y que me descubrieron este fin de semana.

Está científicamente demostrado el impacto de las películas de terror adolescente en la secreción de determinadas sustancias preparatorias de los protocolos celatorios humanos. De ahí el éxito entre determinados segmentos (coincidentes con el espectador media de cine) de Viernes 13 XIII, Se lo que hicisteis cuando hicisteis lo que hicisteis que ibais a hacer, etc…. La penumbra más el terror, predisponen a la transgresión y, a la empatía con el vecino… y de ahí a la superación de represiones internas (sociabilización). No es el caso del cine de denuncia social…

Obviamente, esto no presupone que el serialkiller adolescente no tenga su aquel. Simplemente, qie todo esto no pasaría si las mujeres fueran de otra pasta….

Y encima las víctimas ya no enseñan las tetas.

Sr. IA, pego "La penumbra más el terror, predisponen a la transgresión y, a la empatía con el vecino…",... de penumbras se un rato. Había un cine en mi barrio, al que ibamos a la sesión de las 4, a la "platea", que esta totalmente vacía, y no puede Vd. imaginarse Sr. IA la empatía con la vecina/o.
¿O se rfefería Vd a otras "penumbras"?
Vale David, intentaré hacerla pero ahora no corre prisa, y esperaré a ver que dices mañana.

Me habéis convencido. Tenía mis reservas, pero al final iré a ver Distrito 9. Al menos prometo verla antes que el San Valentín sangriento ese.

Aviso q puede caer algún spoiler: Aunque la cinta tenga algunos guiños interesantes al género -los evidentes de invasiones, La Mosca de Cronenberg, etc-, esto no salva una peli q es FLOJA desde el guión y como bien dices aburre a partir de cierto punto. A mi me falló el inicio, porque como dices por ahí hay partes q entran en lo disparatado y se rompe el efecto documental, como el hecho de q maten salvajemente a un humano y se sigan pidiendo las firmitas estúpidas esas...
Pasa bastante últimamente: se gastan un pastón en fx, pero no han sabido redondear el guión. Los diálogos pasan de reiterativos a inverosímiles, y poco creibles las reacciones de algunos personajes.
Escenas q desperdician metraje (ese inicio en el q el acompañante de Wikus repite que no lleva chaleco y ante su insistencia le dicen q "no hay peligro"; evidentemente uno supone q a ese le va a caer un tajo pero... no!= metraje desperdiciado), y en general la sensación de que la peli podía haber dado mas de si. Hay muchas cosas evidentes q
quedan sin explicar. El final ya lo vislumbre como orientado al videojuego directamente...
Otra cosa q me molesta es la moda de rodar en plan documental. Esto es válido para ciertas escenas, pero otras sencillamente las jode. No
estoy en contra de q se use, pero hay q saber hacerlo...
etcétera... dejadla para el video como curiosidad. Aún así, si vais a verla, le encontrareis algunas cosillas buenas. Principalmente la metáfora o símil con las diferencias sociales actuales, los "diamantes
de sangre", el Apartheid, algún reportaje de "Callejeros" X-D y eso...

Acabo de ver la película.
Puntos a recalcar: El modo con que toman el conflicto actual y lo mezclan con la ciencia ficción es impresionante.
El directo es casi un genio y la trama es una de esas pocas cosas que uno dice "gracias!!! porque las vi aun estando vivo" -jejejeje-.
En si hace días no sentía que mi tiempo viendo una pelicular fuese tan productivo, porque lo que normalmente pasa es que uno suele decir "perdí el tiempo!".
Espero que cuando la vean la disfruto tanto como yo lo hice.

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