miércoles, agosto 4

¿Por qué los zombis?

Interesante artículo de Justo Barranco publicado en La Vanguardia sobre zombis y su incursión en la cultura popular.

Avalancha de historias sobre muertos vivientes

Libros, películas, cómics y videojuegos muestran el vigor de un imaginario que resurge en tiempos de crisis

Los zombis nos invaden. Y, lo que resulta más sorprendente, parece que nos gusta. La avalancha de libros, cómics, películas, videojuegos y derivados de todo tipo de este fenómeno es imparable. Si el número de títulos publicados y filmes estrenados en los dos últimos años es estratosférico, la tendendia está lejos de acabar: a los zombis les queda mucha cuerda. No es de extrañar: según asegura Max Brooks, el hijo de Mel Brooks, en Zombi. Guía de supervivencia (Berenice), los muertos vivientes tardan de tres a cinco años en descomponerse. Así que esta misma semana veremos el estreno en cines de Zombis nazis, que suma nacionalsocialismo y muertos vivientes, humor oscuro y muchas vísceras, en un fiordo noruego. Y el propio Brad Pitt se ha apuntado al carro produciendo y protagonizando Guerra Mundial Z, una película que llegará en el 2012 y está basada en la novela homónima de –de nuevo– Max Brooks y en la que se narra la guerra con los zombis desde una década después de su finalización. Pero el paso de libros y cómics al cine y la televisión será más abundante: el magnífico cómic Los muertos vivientes, de Robert Kirkman, publicado por Planeta DeAgostini, llega en octubre en forma de serie televisiva a la AMC americana dirigida por Frank Darabont (La milla verde). Y la novela Orgullo y prejuicio zombis (Umbriel), exitoso remake zombi de la novela de Jane Austen a cargo de Seth Grahame-Smith, contará con Natalie Portman como protagonista. Adam Marcus hará un remake del clásico Yo anduve con un zombi, de Jacques Tourneur. E incluso habrá una boda india zombi en Bollywood zombi, dirigida por Maninder Chana. Pero...

... ¿por qué nos gustan tanto los zombis? Para Jesús Palacios, que acaba de publicar en la editorial Valdemar la antología La plaga de los zombis y otras historias de muertos vivientes, un libro en el que además recorre la historia del género y reflexiona sobre su evolución, "el zombi es el único monstruo que queda en nuestra época que aún nos da miedo. El vampiro ha sido convertido totalmente en una fantasía romántica, mientras que el zombi todavía nos relaciona con aspectos poco fáciles de asumir como la muerte y sirve como metáfora que vehicula elementos próximos que nos asustan como la experimentación biológica, las armas nucleares o el bioterrorismo. Así que es el recurso más de moda para los que buscan darnos miedo y crear emociones fuertes". Como comprobarán los asistentes a la primera edición de la Semana del Horror, que se celebra en Madrid desde ayer hasta el próximo domingo y que consagra un ciclo a los zombis.

Consumidores y esclavos. "El zombi –prosigue Palacios– no piensa, come, vive, mata, aumenta el círculo de la infección, es más difícil llevarlo a una situación emotiva que al resto de los monstruos. De hecho, es una cáscara vacía poderosa que llenamos de múltiples significados. Por ejemplo, el de una sociedad masificada, deshumanizada, con masas sin personalidad, como nos recuerdan las películas del género ambientando la acción en centros comerciales donde llegan a confundirse con una masa de consumidores. Pero también puede ser metáfora del subproletariado actual, masas empobrecidas". De hecho, en una original película reciente –Fido– los zombis son vendidos como esclavos.

El zombi post-Romero. Todo esto, puntualiza Palacios, hablando del zombi post-Romero, esto es, posterior a La noche de los muertos vivientes, la mítica película de 1968 que configuró, explica, el zombi más popular hoy. La evolución desde el zombi haitiano del vudú que llegó a la cultura americana en los años veinte a través de libros como La isla mágica ha sido enorme. "En Haití probablemente se hacía creer a la gente que había muerto y resucitado para controlarles bajo ese terror y hacerles trabajar como esclavos. Cuando estas historias llegan a EE.UU. se extienden tanto que acaban en la cultura popular, aparece el zombi pulp y toma su lugar natural junto a los otros personajes del terror, y no sólo como producto del vudú, también de la ciencia, de invasiones extraterrestres...". Además, en la época del maccarthysmo y el comunismo, el vaciado de personalidad no es un tema menor. Y, prosigue, con el zombi de George A. Romero y su influencia posterior: La noche de los muertos vivientes plantea la supervivencia de los pocos humanos que quedan y "muestra hasta dónde es capaz de llegar el ser humano para seguir vivo, sacando lo peor de cada uno y convirtiéndose en igual al zombi. El boom actual está muy asociado al de los temas apocalípticos y milenaristas, y más que de terror, que también, se concentran en la acción, casi bélica, a lo Mad Max. Todos estos zombis tienen un aspecto en común: el miedo a la pérdida de la individualidad, la identidad".

Depredadores. Para autores como John Langan, cuyos relatos forman parte de Zombies –una de las dos recomendables antologías sobre el género que ha publicado Minotauro, y que incluyen incluso un relato de John Connolly sobre la resurrección de Lázaro–, "con el zombi nos tenemos a nosotros mismos, bastante como somos, quizá un poco más estropeados y consumiéndonos los unos a los otros. Nada de erotismo, nada de violencia animal, tan sólo un apetito incontenible". Otro de los autores antologados, David Barr Kirtley, señala que "hay un segmento de nuestro cerebro que ha evolucionado a base de escapar de las manadas de depredadores, y las historias de zombis nos brindan la oportunidad de sacar de paseo esa parte primigenia". Otra autora, Nancy Kilpatrick, señala que los zombis han sustituido a los romantizados vampiros en el aspecto depredador. "Reflejan el miedo de la sociedad a que algo nos posea, nos haga menos que humanos".

Evasión. Para José López Jara, editor de Timun Mas y Minotauro, dos editoriales que han apostado fuerte por el género con las citadas antologías y con novelas como Septiembre zombi, de David Moody, ya adaptada al cine, o la trilogía de David Wellington iniciada con Zombie Island, también hay un factor de evasión nada desdeñable en el triunfo actual del zombi. "La gente tiene más ganas de leer cosas de terror", y por eso van a seguir el filón con obras como Feed, que habla de una sociedad que ya convive con los zombis. Otras editoriales también han apostado fuerte por el género: Dolmen ha lanzado cómics como Zombee, con samuráis, y novelas como Apocalipsis Island, y Planeta DeAgostini, además de Los muertos vivientes, publica La noche más oscura, tebeos en los que los superhéroes de DC, como Supermán, se enfrentan a viejos conocidos aparentemente muertos. La editorial planea publicar en septiembre el cómic Toe Tags, del propio George A. Romero. Para su editor, David Hernando, el éxito del género se debe a que "son historias muy entretenidas que, además, te hacen pensar. Por ejemplo, cuando nos vemos rodeados de muertos vivientes es cuando nos obligamos a vivir". Además, las historias significan "un brutal regreso a los orígenes, con protagonistas que no son héroes". Por supuesto, el auge ha llevado a productos autóctonos: DeBolsillo ha publicado un Lazarillo cazador de zombis y Manel Loureiro, que se dio a conocer con Apocalipsis Z (Dolmen), ha pasado a una gran editorial como Plaza Janés con Apocalipsis Z. Los días oscuros, ambientada en Tenerife.

Autoayuda para zombis. El mercado sobre zombis se ha desbordado de tal manera que es posible encontrar casi de todo, y que además venda muchísimo. Max Brooks, el hijo del actor Mel Brooks y antiguo guionista del Saturday night live, propone en Zombi. Guía de supervivencia (Berenice), una guía de protección completa contra los muertos vivientes que ya va por su décima edición en España y que aclara aspectos imprescindibles para sobrevivir en caso de brote zombi. Pero si lo de Brooks es una seria humorada, David P. Murphy ha escrito en Zombies para zombies (Cúpula) un manual de autoayuda para realizar en buenas condiciones la transición de 72 horas de humano a zombi una vez mordido y contagiado del virus. El autor considera que es mejor leer el libro que ir a urgencias de un hospital en caso de mordedura: con lo que tardarán en atenderte será inútil. Eso sí, te retirarán el DNI, el derecho a voto y el carnet de conducir, pero a cambio no tendrás que trabajar. Y además la inteligencia está sobrevalorada. Eso sí: ¿por qué descuidarse en la posvida? Este libro incluye incluso los catorce hábitos de los zombis altamente efectivos. Y, en otra ironía, un capítulo se titula Sopa de cerebro para el alma: historias reconfortantes de éxito.

Economía zombi. El éxito del fenómeno ha desbordado las fronteras de la imaginación y se ha infiltrado en el mundo de las matemáticas o la economía. Hay matemáticos canadienses que se han dedicado a calcular las probabilidades de la desaparición del género humano ante un brote de zombis. Según su modelo, si eso ocurriera, la civilización sufriría un rápido colapso a menos que haya una respuesta desde los primeros instantes agresiva y radical, golpeándoles fuerte.

Pero quizá son más plausibles los daños que causan los zombis a los que se refiere el economista australiano John Quiggin en un libro que publicará en noviembre la Universidad de Princeton y que ha causado expectación: Zombie economics o cómo las ideas muertas todavía caminan entre nosotros. En la cubierta se puede ver un Adam Smith zombificado y, sobre todo, una mano que emerge de la tumba para hacerse con un puñado de dólares. Ideas como que el mercado siempre es la mejor solución sea cual sea el problema, que es necesario desregularlo todo o que las políticas planteadas para beneficiar a los ricos son buenas para todos son puestas en la picota, o en la tumba, en un libro lleno de humor que utiliza la fascinación por los zombis. Como dice un profesor de Berkeley al comentar el libro, "matar vampiros y hombres lobo es muy fácil. Pero ¿cómo acaba uno con los zombis económicos, ideas que deberían haber muerto hace mucho pero aún siguen caminando?".

Y quizá la reflexión no sirve sólo para la economía.

By David Mateo with 4 comments

4 comentarios:

Se nota que se han ido de vacaciones los periodistas senior y solo quedan los becarios jóvenes. Los diarios de verano están plagados de noticias como esta, es decir, las que queremos leer.

Lo mejor de todo, lo de los "zombis económicos": eso sí que explica de verdad la crisis actual, y no los "cisnes negros" y la economía de nenazas :-)))

Qué buena la imagen... xD

Sí... jejeje, toda una revelación sobre el tamaño craneal entre sexos.

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