martes, abril 26

Crítica a Juego de Tronos

Con sólo dos capítulos, la HBO demuestra suficiente solvencia para llevar a cabo la adaptación (y dejamos bien claro que es una adaptación) de la mayor epopeya de género fantástico de los últimos tiempos. Y es que Juego de tronos hipnotiza desde los títulos de crédito, desvelando los grandes reinos de Poniente erigiéndose en un mapa tridimensional que se destapa con todo lujo de detalles ante nuestros ojos.
Los actores que encarnan a los personajes rezuman originalidad por todos los poros. Vemos en ellos encarnados los perfiles casi maestros que George R.R. Martin introdujo en sus novelas. Desde la bravuconería del Rey Robert, pasando por la grandeza de los Stark o las mentes retorcidas de los Lannister. Cada individuo que aparece en escena, recoge los mejores matices de la saga de Canción de Hielo y Fuego. Incluso bastan un par de pinceladas para vislumbrar la personalidad macabra del Perro o la tenebrosidad de Ilyn Payne, el verdugo de la corte. Todo encaja en su justa medida, sin excesivos detalles y exhibiéndose con la precisa mesura para convertir a los personajes en seres humanos y no en paladines sin sentido que se mueven merced a la heroica.
Obviamente, Canción de Hielo y Fuego es una serie concebida para ser leída. En sus textos alcanzas a comprender la plenitud de las ideas de Martin. Al igual que en «El señor de los anillos», la fuerza de las ideas, los matices del lenguaje y la exaltación de las descripciones se esconden en los párrafos que narran el viaje de Frodo Bolsón y de la Compañía del Anillo, pero Peter Jackson hizo una adaptación muy solvente que dejó un buen regusto en la mayoría de los espectadores (vale, pueden seguir quejándose los fans del insufrible Tom Bombadil); con Juego de tronos viene a suceder lo mismo. Adaptar una serie no consiste en trasladar páginas y páginas a la gran pantalla. Para adaptar una serie hay que coger la esencia de la historia y plasmarla en un lenguaje cinematográfico que conviene a la perfección textos e imágenes. Tras ver el segundo capítulo de Juego de tronos, y consciente de todo lo que aguarda a la vuelta de la esquina, a un servidor le queda la sensación de que está asistiendo a una película dividida en fragmentos, a un todo convenientemente empaquetado en pequeñas cápsulas que funcionan de maravilla cuando son visionadas en su totalidad.

Este fin de semana tuve la oportunidad de preguntar a varios amigos que no acababan de disfrutar la serie qué era aquello que tanto les disgustaba. Las repuestas nunca eran concretas. Huargos pequeños, faltan fragmentos, la acción va demasiado rápido, aunque en realidad todo eran ideas imprecisas que no acababan de definir una razón de peso. Como ya he dicho al principio, a estas alturas, resulta innegable que «Canción de Hielo y Fuego» es una saga río concebida para brillar con toda su magnitud en el papel, pero eso no quita para que disfrutemos de otra «Canción de Hielo y Fuego» tan maravillosa y poderosa como la versión literaria… y esa otra «Canción de Hielo y Fuego» es el Juego de tronos de la HBO. Desde los tiempos de Perdidos, nunca he esperado con tantas ganas la llegada de un día de la semana. Gracias a Juego de tronos, los lunes ya no son tan lunes.

By David Mateo with 7 comments

7 comentarios:

Pues yo aún no he leido ni el libro ni he visto la serie. Debo ser el único... Eso sí, la tengo en el montoncito de libros pendientes en la estantería. Lo que no sé es si empezar la serie antes del libro.

A mí me gustó el primer capítulo, pero está claro que va deprisa para la gente que no ha leído la novela. Si la acción fuera más despacio igual no enganchaba tanto.

No sé, mi novia la vio ayer y no me dijo que le pareciera que fuera rápida o lenta. Va como tiene que ir. Yo creo que, sobre todo, los lectores de la serie nos preocupamos por cosas que a los no lectores se la rempampinfla, precisamente porque tenemos una referencia. De ahí que hay que tener muy claro que Juego de tronos es una adaptación.

Me preguntaba cuando hablaría ud sobre Juego de tronos y ha decidido lanzarse el mismo día que el sr. Marín. Deliciosa casualidad.
La serie, de momento cojonuda. A dejarse los perjuicios gafapastiles y a disfrutar un buen rato todos los lunes.

Pc, sigo trabajando en la "sorpresita", he he he

Yo he visto el primer capítulo y leído el primer libro (siento decir que las novelas me resultan un poco demasiado densas). El primer capítulo me ha parecido magnífico: una adaptación muy fiel (genial el Muro), a pesar de algunas licencias (no muy desacertadas, como aumentar la edad de algunos personajes). De hecho, una de ellas me ha encantado: la actriz que encarna a Catelyn. Yo me la imaginaba más joven, más atractiva, pero ver esta actriz le da un matiz más realista. No todas las protagonistas de series tienen que estar buenas (aunque se agradezca XD).
Buenas sensaciones pues, para este primer capítulo. Estoy contigo en que tendrá tanto éxito como Perdidos, pero ahí acaba toda comparación para mí. Perdidos fue el colmo de la originalidad en casi todos sus aspectos, una revolución televisiva que no sé si volverá a darse (se nota que me gusta). Es más, me resisto a considerar Juego de Tronos como una serie, ya que tiene estructura de película.
Cuando haga un nuevo ranking de series en mi blog, estoy convencido de que Juego de Tronos estará en segundo lugar, superada sólo por Perdidos.

Un abrazo!!

La verdad es que entre Marín y yo hay química (telepática, no erótica... aunque desde que está más delgado me pone cada vez más), quizás sea por eso. Espero con muchas ganas tu 'regalito'. Conociéndote será una pasada... crossover con Tajundra yaaaaa!!!

Estoy de acuerdo en la mayoría de tus planteamientos, Javier, aunque el tiempo le ha dado la razón a las personas que criticaban Perdidos. Creo que el final deslució demasiado la serie. Perdidos jugó con la improvisación. Montó un enigma sin respuesta y esa caraterística ha pesado demasiado a la hora de valorar la serie en perspectiva.
Ahora mismo, ese síndrome del miedo es lo que me hace ver Canción de hielo y fuego con cierto recelo. Confío 100% en un escritor prodigio como Martin, pero... ¡¡hay tantos cabos sueltos y, al fin y al cabo, Martin es un alumno abentajado de la escuela americana!! ¿Detrás de la cortina de Juego de tronos hay un final engañoso como el de Perdidos o hay conejo en la chistera? De momento, con tantas incógnitas y con tan pocas respuestas, me hace ver las cosas con cierto recelo.

yo he visto hasta el cuarto capítulo, no voy a desvelar nada evidentemente y a los que han leído los libros menos, solo os puedo decir que la cosa mejora en cada episodio, gracias hbo

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